Conocido por su calidad de vida, Nantes, a solo 2h15 de París por tren de alta velocidad TGV, ofrece el decorado perfecto para sucumbir a su encanto, el tiempo de un fin de semana o por más tiempo.
Tanto sea para husmear su ambiente o visitar sus puntos ineludibles, el centro de la ciudad, a 10 minutos a pie del hotel, reserva numerosas sorpresas.
A ver y a hacer: museo de Artes de Nantes, museo de Historia de Nantes (en el corazón del Castillo de los Duques de Bretaña), el barrio medieval del Bouffay con sus casas con entramados y la catedral Saint-Pierre et Saint-Paul, el barrio Graslin con el célebre passage Pommeraye (que ha inspirado a más de un artista, desde el cineasta Demy hasta el diseñador Tardi) y el teatro Graslin, el muelle Turenne y sus edificios de toba calcárea blanca del siglo XVIII…
Si prefiere dejarse guiar, siga la línea verde trazada en el piso que permite no perderse nada del recorrido del Viaje a Nantes, un recorrido sensible y poético a descubrir durante todo al año: etapas culturales, principales monumentos, calles históricas, tesoros desconocidos, obras de arte…
Durante el verano, este recorrido se reactiva y se enriquece con instalaciones contemporáneas, mobiliario urbano para pausas joviales o incluso sorprendentes enseñas de comerciantes en toda la ciudad.
